Y a pesar de todo, me lo pasé como un enano, construí con los compañeros una especie rastrillo medieval en una de las "puertas", aprendí a hacer una bolsa para llevar el material de la partida (esa cosa azul que cuelga del cinto) y flipé con los trajes que se prepara la gente para dos dias de partida.
Se hizo corto; es una paliza física, el viaje es bonito si no eres el que conduce, claro, la comida no era mala pero tampoco destacaba por nada, pero te quedas con las ganas de haber hecho más cosas, haber interactuado con más jugadores, haberte enterado de más cosas y sobre todo, haber conocido a alguno más del los ciento y pico colgados que estabamos.
Si me pasan alguna foto más que merezca la pena... la colgaré... si no, os conformais con Fray Jhon Expédito.
1 comentario:
ciertamente estuvo divertido :)
creo que las observaciones de fray jhon son exactas y no creo poder añadir nada.. salvo viva la abadia! los unicos que ivamos de buen rollo y nos odiaba todo el mundo!
fotos fotos!
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