28.5.09

Entren de uno en uno...

De entre los recuerdos vino uno a susurrar por la pérdida, uno a gritar por las heridas, uno a jalear por los descubrimientos.
De entre los sueños surgió uno a hacerme temblar por el vértigo, uno a hacerme disfrutar del vuelo, uno a prevenirme de la gravedad.
De entre los conocimientos acudió uno a sugerirme que sonriera, uno a avisarme que no me ilusionara, uno a animarme a continuar.
De entre los instintos mandaron a uno para que me exhortara, uno para que no decayera, uno para que aprendiera.

De entre las dudas vino un tropel, como un ejercito desmañado, una algarabía incongruente, sin lógica ni orden, con un solo objetivo y mil argumentos.

De entre las certezas solo vino una, tranquila y paciente, dejó pasar a las dudas una tras otra, dando siempre la misma réplica:
"Es mejor intentarlo y fallar que olvidarlo y lamentarse."