Reflexión e inflexión.

Me encontré en la oscuridad de una plegaría, en la sombra de una duda. Me sentí vulnerable por un momento a la luz de la verdad, a la brisa entre un mar de trigo, a la sonrisa de una amiga...

¿Será en vano escuchar el rugido de la culpa; desterrar los tal vez, los si pudiera, los para que me voy a molestar? ¿Será que de nuevo he sucumbido a los recelos del inconsciente? ¿Estará mal pensar en que todo pasó sin que se pudiera evitar? ¿Estará bien asumir los pecados que jamás cometí y continuar como si nada hubiera pasado?

¿Cuantos momentos conforman de verdad una vida? ¿Hay algo que no sea crucial? ¿Fueron necesarios u oportunos esos viles arranques de rabia, esos suspiros, todos los lamentos vacuos? ¿Desperdicié esas palabras que jamás pronuncié, esos golpes que retuve, las ideas que llegué a olvidar? ¿Necesito cada bocanada de aire, cada sorbo de agua, cada migaja de alimento? ¿En qué momento se rompe un espíritu? ¿Cuando arde un cuerpo? ¿Cuando se consume una voluntad?

He sido heroe y villano, invulnerable e indefenso, sincero y falso. He tenido mis momentos de alegría y de lamento, he visto pasar a mi lado desconocidos a los que llamé amigos, he sido traicionado por amigos a los que no conocía. He dado todo lo que tenía cuando más necesitaba cuidar de mí mismo, y he racaneado palabras de consuelo cuando todo era mío. He soñado con mundos que otros crearon, he calmado espíritus ajenos con letanías que surgieron de mis deseos. He creado, destruido, cuidado, maltratado, plantado y matado. Han visto en mi persona espejos, confesores, amantes y enemigos. He visto en los demás ejemplos a seguir y conductas a evitar. Soy la suma de todos los que me rodean y me han rodeado. Soy la diferencia entre mí y el resto de vosotros.

Me he sentido abandonado entre la multitud y arropado en la soledad. He cometido mis errores y tenido mis aciertos. He hecho en cada momento lo que pensaba que era correcto o que debía hacer. Pagué mis culpas de sobra y fuí bien pagado por mis méritos. Y entre todo esto sólo una cosa es cierta por completo:

Soy yo.